Bahréin se convirtió en 2004 en el primer país de la región en albergar la emoción de la Fórmula 1. Desde entonces, se ha consolidado como una cita ineludible para los miles de aficionados que cada año acuden hasta el emblemático Circuito Internacional de Bahréin, Sakhir, ubicado en mitad del desierto. Algo que, sin duda, además de convertirse en uno de sus grandes atractivos, ha sido también todo un reto para los organizadores, que se las tienen que ingeniar para que la arena de los alrededores de la pista no se cuele en ella y juegue una mala pasada a los pilotos.

En 2023, y por quinta vez, Bahréin inauguró la temporada de Fórmula 1. Testigo de algunos de los momentos más icónicos en la historia de la Fórmula 1, Ferrari y Mercedes han sido, hasta el momento, los grandes dominadores de esta prueba.

El mítico Michael Schumacher se impuso por primera vez sobre su asfalto y los organizadores quisieron homenajearlo en 2014 (tras su grave accidente de esquí), bautizando la primera curva del circuito con su nombre. Otros pilotos como Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Jenson Button, Lewis Hamilton y Felipe Massa han tenido el honor de subir a lo más alto del podio en este espectacular circuito.

Tras su inauguración, en 2010, el trazado original fue modificado con el fin de añadir ocho curvas y ampliar su longitud hasta los 6,2 kilómetros. Sin embargo, sólo se corrió así un solo año, ya que las quejas por la lentitud y lo sinuoso de las nuevas partes que habían sido incorporadas, hicieron que se recuperara el trazado original de 5,4 kilómetros.

Se trata del segundo gran premio de Fórmula 1 que transcurre de forma íntegra de noche, desde 2014, tras el de Singapur (desde 2008). Bahréin es sinónimo de espectáculo bajo el cielo nocturno del desierto.