El Circuito Paul Ricard es la sede del Gran Premio de Fórmula 1 de Francia. Ubicado en Le Castellet, en la zona de los Alpes de Alta Provenza, fue catalogado como el circuito más seguro durante muchos años, lo que favoreció que entre 1971 y 1990 acogiera el gran circo de la Fórmula 1 en bastantes ocasiones. Pero las altas velocidades que se llegaban a alcanzar en determinados puntos del recorrido hicieron que en 1991 fuera sustituido por el Circuito de Nevers Magny-Cours.

En 1999, tras el fallecimiento de Paul Ricard, Bernie Ecclestone compró el circuito y lo sometió a una serie de cambios, entre ellos, baches en ciertas curvas, modificación de curvas y otro tipo de modificaciones destinadas a mejorar la seguridad en la pista. Finalmente, en 2018 el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 regresa a Paul Ricard, donde se ha celebrado anualmente desde entonces (a excepción de 2020, cuando fue cancelado por el COVID, y justo celebraba su 50 aniversario).

Ese año 2018, en el que Lewis Hamilton (Mercedes AMG Petronas) subió a lo más alto del pódium, se instalaron 46.000 asientos fijos en las tribunas de la pista, se construyó un nuevo Media Center, capaz de acoger 250 periodistas, y tres nuevas puertas de acceso para los aficionados (hacia la zona oeste), entre otras mejoras.

Se trata de un circuito que ha hecho una apuesta muy importante por la seguridad, gracias a un innovador sistema, basado en un conjunto de tecnologías de control e información que permiten al equipo de dirección de pista, al equipo médico y al equipo de salvamento intervenir rápidamente y de forma coordinada en caso necesario. Dichas innovaciones, además de haber sido validadas por la FIA, también son utilizadas por otros circuitos de Fórmula 1.

En su intento de evitar carreras aburridas, y aunque desechó un plan de remodelar el primer sector con el fin de crear un punto de adelantamiento, el circuito sí ha sido sometido a un ambicioso proyecto de perfilamiento y reasfaltado de casi la totalidad del trazado. La empresa contratada, Dromo, intentando mantener el trazado original, se ha centrado en la supresión de baches, el perfilamiento de curvas y en el sistema de drenaje de agua. Sin embargo, uno de los mayores cambios para los pilotos, se encuentra en la curva cinco, a la que se le ha añadido una elevación en medio.