Camino de Santiago: se hace camino al andar

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Algo tendrá, que todo aquel que lo hace quiere volver a empezar. Se trata de una de las rutas más transitadas en los últimos años: el Camino de Santiago, pero tiene tantas ramificaciones que lo primero que uno ha de hacer es elegir qué tramo quiere hacer.

Este mes de agosto Mixaficiones.com se calzó las zapatillas e hizo el último segmento del denominado Camino Francés. La distancia mínima para llevarse la credencial de peregrino. Salimos desde Sarria y en cinco etapas llegamos a Santiago. Fueron exactamente 118 kilómetros (en pie se necesitan un mínimo de 100 km y en bicicleta, 200 km para obtener la credencial). Pero como siempre se recueda, lo importante no es la meta, sino la experiencia.

Los rincones y lugares que se recorren son tan increíbles que merece la pena cualquier momento de ‘sufrimiento’ porque a veces es inevitable pasar calor, tener ampollas, calambres, sobrecargas… si no se prepara de una forma adecuada, este viaje puede ser más duro de lo que uno se imagina.

El cuerpo no está acostumbrado a recorrer tantos kilómetros a pie, a no ser que te entrenes los meses previos. Y también es muy importante un buen calzado (zapatillas de trail o deporte y calcetines): puedes evitar las ampollas cubriendo los pies antes de salir con vaselina neutra, polvos de talco o cualquier producto que te impida que se humedezcan.

Tampoco tuvimos que preocuparnos por realizar las etapas rápido o en un tiempo determinado del día porque no nos quedamos en albergues, elegimos hostales y algún hotel. Esta es una elección muy personal, pero creemos que fue muy acertada.

Al igual que el trasporte de la mochila. Algunas agencias o la propia compañía de Correos llevan la mochila de un alojamiento a otro, teniendo únicamente que andar con lo indispensable para pasar la jornada. Son elecciones que se deben de decidir en función del tiempo, economía, capacidad física y objetivos.

Etapas del Camino Francés

Sarria-Portomarín: la primera etapa (de 22 kilómetros) fue relativamente cómoda. Era el estreno, tienes la expectación, el cómo será y en pocos kilómetros ya te ha atrapado un bosque denso y una cuesta cuyo olor te recuerda que estás rodeado de vacas. Empieza el camino.

Portomarín-Palas de Rey: la segunda etapa (22 kilómetros). Seguramente la más anodina de este tramo porque gran parte de su recorrido se efectúa junto a la carretera. Las piernas agradecen mucho más caminar sobre tierra y en la frondosidad de los bosques, cuya temperatura es más fresca que pegados al asfalto. Empiezas a descubrir muchos más lugares para sellar tu ‘pasaporte’ de peregrino y registrar tu camino.

Palas de Rey-Arzúa: la tercera etapa es la ‘rompepiernas’. La más larga de este segmento, con 30 kilómetros, y una espectacular llegada en alto y por asfalto. «Llegar como sea» es la frase que cruza la mente en estos últimos cinco kilómetros finales que se hacen más largos que el resto del camino juntos. Las piernas se resienten mucho en esta etapa larga y dura. La comida en Arzúa lo compensó un poco ;-).

Arzúa-O pino: la cuarta etapa (22 kilómetros). El cuerpo nota la pesadez de los tres días de camino, pero aguanta a buen ritmo los primeros kilómetros, siempre hay que recordar beber agua para hidratarse y fruta para reponer energías. Los últimos kilómetros se hacen pesados pero el entorno es tan increíble, rodeados de eucaliptos en bosques frescos que acabas la etapa con una sonrisa.

O pino-Santiago: la quinta etapa (17 kilómetros). Es la última, dudas de cómo responderán las piernas, pero ya están hechas para andar y sufrir a partes iguales y llegas al ‘Monte de Gozo’.

Alargando el Camino de Santiago

Aprovechando la llegada a Santiago hicimos una excursión a finisterre y Muxía, dos lugares espectaculares a los que también se podría ir andando (ya era demasiado en tiempo y forma para nosotros). Además conocimos el lugar mágico de la cascada de Ézaro (donde pasó la Vuelta Ciclista a España en 2012 y 2016) y Ponte Maceira gracias al recorrido ofrecido por Discover Galicia.

Otra recomendación clave para realizar el Camino de Santiago con garantías es llevar bastones de senderismo. Te ayudan muchísimo para afianzar el paso, subir a buen ritmo las cuestas y espantar a algún perro abandonado… No lo dudes si puedes hacerte con uno e incluso dos.

Las historias, leyendas y tradiciones que riegan el Camino de Santiago son infinitas, además, la guía que tuvimos en Santiago fue impresionante, desde aquí queremos agradecer a María su conocimiento y profesionalidad, además de su generosidad. Si también quieres escribir una huella en el Camino de Santiago, ponte en contacto con nosotros.

¡Buen camino! Más información aquí.